Si te imaginas a alguien rebelde, ¿qué te imaginas? Lo más probable es que no asocies el término rebelde con ir a estudiar.
¿Creatividad en la ingeniería? ¿Circuitos y programación? ¿Legos y toques eléctricos? A veces nos encontramos en donde menos lo esperábamos…quizá haciendo aquello a lo que alguna vez le huímos; o exponiéndonos a experiencias en las que pensamos que la timidez nos ganaría.
Mapas. Satélites. Recursos naturales, ¡y hasta inteligencia artificial! Quizá algún día llevaste una clase de geografía y tuviste que memorizar los nombres de los ríos, volcanes, o ciudades capitales de América Latina…pero, ¿te has preguntado qué hace una geógrafa “en la vida real”?
Salmonella. Pasteurización. Y freidoras de aire. Quizá el supermercado no es lo primero que pensamos cuando escuchamos “ciencia”, pero detrás de los alimentos que llegan a nuestra mesa hay más ciencia e ingeniería de la que te imaginas.
De seguro ya has escuchado sobre paneles solares. Quizá aún no son tan asequibles como nos gustaría, pero los paneles solares se han vuelto mucho más eficientes y accesibles en tan solo un par de décadas gracias al avance y desarrollo de las tecnologías de las que hoy hablamos.
¿Qué haríamos sin mujeres ingenieras? Sin ellas no tendríamos bluetooth o wifi, no habríamos llegado al espacio, no existiría el puente de Brooklyn, los sistemas CCTV (Closed-circuit television security), las salidas de incendios, y muchas otras cosas más.